Historia

En 1949 el empresario Paul Hammelmann fundó la empresa en la localidad de Oelde, (Westfalia).   En 1955 sentó las bases de la empresa actual con la decisión de construir bombas de alta presión y sistemas de limpieza. Hammelmann se convirtió en pionero en el campo de la hidrodinámica con muchos inventos de vanguardia.

El constante esfuerzo por encontrar soluciones problemas individuales y mejorar lo ya consolidado, la empresa de modestos comienzos se convirtió en un reconocido fabricante de tecnología de alta presión. La producción actual en la planta de Oelde se realiza con maquinaria ultra moderna en una superficie de 
30 000 m².

DP 60 fue el primer tipo de bomba fabricado en Oelde con una presión de trabajo de 60 bares y 60 l/min. La bomba se utilizó con fines de limpieza en la industria del papel. En comparación, las bombas de alta presión Hammelmann generan actualmente una presión de trabajo superior a los 4000 bares y un caudal de hasta 3000 l/min.

Mientras que, hace décadas, las cubiertas del equipo solo servían para cubrir el grupo de alta presión, hoy en día es para el aislamiento acústico y la protección contra las emisiones. Hammelmann suministra componentes individuales como, p. ej., filtros de partículas y diferentes mandos y controles electrónicos.

A mediados de los años 60 se alcanzó una presión de trabajo de hasta 500 bares y, en 1974, Hammelmann revolucionó la tecnología de bombas de alta presión con la introducción del «sellado de empaquetadura-pistón». Con ayuda de un sistema de sellado metálico fue posible conseguir por primera vez una presión de 2000 bares con una gran duración.

Ya en 1969, Hammelmann lanza al mercado con Dockmaster un dispositivo semiautomático para limpiar barcos. Actualmente, el sistema funciona respetando el medio ambiente con una aspiración directa y no solo se utiliza en la industria naval, sino también en la construcción de carreteras para remover superficies de hormigón de manera selectiva.

Las herramientas por agua se integran hoy día cada vez más en procesos automatizados de limpieza. El procesamiento de piezas de fundición es uno de los muchos ejemplos al respecto. Lo que antiguamente no era viable o solo era posible con mucho trabajo manual, se realiza ahora con robots en combinación con tecnología de alta presión «made by Hammelmann».